Ataei no ha podido dormir un poco desde un incidente de natación hace 16 años que lo llevó a un coma de 10 horas.
En una entrevista con IRNA el sábado dijo que recurrió a leer y correr para relajarse y combatir el estrés relacionado con el insomnio y correr lo llevó a intentar romper los récords mundiales Guinness.
Dijo que su cuerpo se adaptó a la nueva condición después de un período de dolor en los ojos, dolor de cabeza y náuseas debido a la falta de oxígeno en el cerebro que lo hizo sufrir de depresión durante dos años.
En 2012, el corredor insomne, como dijo, recorrió una distancia de 300 km desde la provincia de Guilan, en el norte de Irán, hasta la capital, Teherán, en 30 horas sin descansar ni dormir.
A pesar de muchos otros registros similares, Ataei no pudo registrarlos oficialmente porque no podía pagarlo económicamente y no tenía patrocinadores.
Dijo que vendió su automóvil personal para filmar su nuevo récord de 127 km con un chaleco de ocho cámaras de 20 kg y entregar las imágenes a la oficina de Guinness en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
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